El duelo es una experiencia profundamente humana, una ola aterradora que nos envuelve cuando perdemos a alguien o algo significativo en nuestras vidas. Es un proceso natural y necesario, pero también puede ser abrumador y desgarrador.
Como psicóloga integrativa, entiendo que el duelo no solo afecta nuestras emociones, sino también nuestra manera de relacionarnos con nosotros mismos y con los demás, nuestras creencias …nuestra salud mental en su totalidad.
Cuando enfrentamos una pérdida, entramos en un estado de desequilibrio personal. Intensas emociones aflictivas complican nuestra capacidad para funcionar en la vida diaria. Además, se tambalean nuestros pilares, los que fundamentan nuestra comprensión y estilo de vida. Este impacto en la salud mental es profundo y en un “duelo normal” se transita ganando en resiliencia. Pero también puede ser un obstáculo aparentemente insuperable para volver a normalizar la propia vida. Puede derivar en un duelo prolongado, depresión, fobia o ansiedad. Exploremos cómo el deterioro en la salud mental puede manifestarse. Cuando reconocemos que algo no va bien podemos enfocarnos hacia la solución.
SALUD MENTAL Y DUELO ¿QUÉ SEÑALES APUNTAN A UN DETERIORO?
Depresión persistente: Sentimientos de tristeza profunda, desesperanza y falta de interés en actividades que solían ser placenteras.
Ansiedad intensificada: Preocupación excesiva, nerviosismo, dificultad para relajarse y síntomas físicos como palpitaciones, sudoración, contracturas y temblores.
Aislamiento social: Retirarse de amigos, familiares y actividades sociales debido a la sensación de desconexión o incapacidad para relacionarse con los demás.
Problemas para concentrarse: Dificultad para mantener la atención, olvidos frecuentes y dificultad para tomar decisiones incluso en tareas cotidianas.
Cambios en el apetito: Pérdida o aumento significativo de peso debido a cambios en los hábitos alimenticios asociados con el duelo.
Trastornos del sueño: Insomnio, dificultad para conciliar el sueño o despertarse durante la noche con dificultad para conciliar el sueño.
Irritabilidad y cambios de humor: Experimentar cambios bruscos en el estado de ánimo, irritabilidad excesiva o explosiones emocionales.
Sentimientos de culpa o autoacusación: Anclarse en los “y si ”, culpándose a sí mismo por la pérdida o por no haber hecho lo suficiente, incluso si la situación estaba fuera de su control.
Síntomas físicos sin explicación médica: Dolores de cabeza, dolores corporales, problemas gastrointestinales o de la piel.
Pensamientos de muerte o suicidio: Sentimientos de desesperanza y la sensación de que la vida no tiene sentido.
Este tipo de señales pueden ser normales y frecuentes durante un duelo normal, pues aparecen en las fases del duelo y van desapareciendo gradualmente a medida que vamos resolviendo las tareas del duelo y explorando las preguntas que asientan la salud mental. Sin embargo, a veces el sufrimiento se intensifica, se torna familiar y crónico complicando la recuperación.
UN VIAJE HACIA LA SANACIÓN
Si has leído hasta aquí y te sientes desalineado de tu salud mental, es hora de buscar apoyo y un tratamiento que te devuelva al pulso de la vida. Al igual que te nutres, paseas y tonificas tu cuerpo, es crucial cuidar tu bienestar psicológico. La salud mental y el duelo pueden ser una prioridad en tu vida o puedes elegir no cuidarte, llevado por los mitos sobre el duelo…o esa falta de energía tan característica de los estados de duelo. Tu psique te está reclamando tu atención, alarmándote de que es crucial buscar apoyo y orientación para comenzar el proceso de sanación. Desde terapias tradicionales como la terapia cognitivo-conductual, grupos de acompañamiento durante el duelo, hasta prácticas más holísticas como la meditación y el yoga, existen muchas formas de encontrar consuelo y sanación en medio del duelo.
La psicología integrativa ofrece un enfoque comprensivo para abordar el duelo y sus efectos en la salud mental. Reconoce que somos seres holísticos, donde mente, cuerpo y espíritu están interconectados. En este sentido, el proceso de duelo no se limita solo a nuestras creencias y emociones, sino que también involucra aspectos físicos, relacionales y espirituales.
Al cerrar este artículo, te invito a reconocer la importancia de tu bienestar psicológico y a permitirte apostar por lo más maravilloso que tienes: tu vida. Busca el apoyo que necesitas y date el tiempo necesario para honrar tu proceso de duelo.
Recuerda, en la salud mental y el duelo tú puedes elegir. Permítete sentir, permítete sanar y permítete crecer a través de esta experiencia. Juntos, podemos encontrar el camino hacia la sanación de nuestra salud mental en el duelo.
En este viaje de autodescubrimiento y transformación, nunca estás solo. Agenda ahora tu consulta para ayudarte a cuidar tu salud mental y superar tu proceso de duelo.