¿Cuánto tiempo debe durar un duelo? ¿Unas semanas, unos meses, o quizás más? Afrontar la pérdida de un ser querido es una travesía sumamente difícil para todos. Nuestra vida pierde el orden establecido y se tambalean nuestros pilares. A pesar del dicho de que el “tiempo lo cura todo” tal vez nos resulte imposible imaginar que el paso de los días nos evite el sufrimiento de la pérdida.
El túnel del duelo prolongado es un camino muy personal que debemos recorrer a nuestra manera y por lo tanto no hay una duración "correcta" para el duelo. Cada uno de nosotros se sumerge en este proceso a su propio ritmo, y está bien así. Para unos es como perder una parte de su cuerpo, para otros desaparece las ganas de vivir…
¿Qué es el duelo prolongado?
El duelo prolongado es una experiencia desafiante que puede abrumarnos con una tristeza persistente y profunda. Según el DSM-5, la “biblia psiquiátrica”, una herramienta utilizada por los profesionales de la salud mental para comprender nuestros desafíos emocionales, el duelo prolongado es una reacción profundamente dolorosa, normal, pero de duración e intensidad anormal. Aunque este nuevo diagnóstico nos ofrece una comprensión más profunda de nuestro sufrimiento, también existe el riesgo real de la medicalización del duelo, que puede despojar nuestra experiencia de su complejidad humana y emocional. Por lo tanto, es esencial encontrar un equilibrio entre comprender nuestro dolor y permitirnos sentirlo en su totalidad el tiempo que necesitemos, más allá de otros criterios.
¿Cómo se diagnostica el duelo prolongado?
Cuando nos enfrentamos al duelo prolongado, es importante tener en cuenta algunas pautas que pueden ayudarnos a atravesar este difícil proceso y encontrar consuelo en medio del dolor:
Permitirte sentir: Reconocer y aceptar tus emociones, incluso cuando son abrumadoras. Sentir la rabia, la culpa, el dolor y la tristeza sin juzgarte a ti mismo.
Buscar apoyo: No enfrentes el duelo solo. Buscar el apoyo de amigos, familiares y/o de un ser espiritual si tienes fe.
Practicar el autocuidado: Durante el duelo prolongado, es crucial cuidar de tu bienestar físico y emocional. Priorizar el descanso, la alimentación saludable y actividades que te brinden paz y consuelo.
Honrar tu relación: Dedicar tiempo para recordar y honrar la relación que tenías con la persona que perdiste. Celebrar los momentos felices y valorar el impacto positivo que tuvieron en tu vida.
Tener paciencia contigo mismo: El proceso de duelo prolongado puede ser largo y complicado. Te hará mucho bien ser compasivo contigo mismo y darte permiso para atravesar las diferentes etapas del duelo a tu propio ritmo.
Participar en un “acompañamiento al duelo”, un lugar de encuentro donde aprender los mecanismos que nos permitan seguir adelante tras la muerte de un ser querido.
Considerar la terapia especializada: Si sientes que estás luchando para manejar tu dolor, considera buscar ayuda profesional de un psicólogo especializado en duelo prolongado. Puedes leer las reseñas de esa persona para elegir a alguien que te de confianza y te proporcione el apoyo y las herramientas necesarias para atravesar este proceso de manera saludable.
Recordar que el duelo prolongado es una experiencia única y personal, y cada persona lo experimentará de manera diferente. Busca las estrategias y el apoyo que mejor se adapten a tus necesidades mientras te mueves a través de este proceso de sanación.
“Todo lo que amamos nos lo pueden arrebatar. Lo que no nos pueden quitar es nuestro poder de elegir qué actitud asumir ante estos acontecimientos”. Viktor Frankl.
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