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Terapia Individual
Todas las personas sufrimos. No estamos preparados para el cambio continuo y nos apegamos a falsas certezas buscando en ellas refugio ante nuestro malestar. La incertidumbre y las pérdidas nos generan dolor que se manifiesta en forma de ansiedad, depresión, estrés, irritabilidad, confusión y otros. La psicoterapia sirve para aliviar dichos síntomas, comprendiendo cómo han surgido y de qué carencias nos alertan, descubriendo su mensaje y significado oculto. En el proceso de autoconocimiento aprendemos a tratarnos con interés, amabilidad y respeto, así como abordar los conflictos, necesidades, emociones o crisis vitales que pueden estar en su base.
Solo hay dos días en el año en los que no se puede hacer nada: ayer y mañana. Ahora es un buen momento para resolver aquello que te inquieta, hace sufrir, o que te cuesta abordar y sin embargo sabes que te resta. Puedes hacer una primera sesión sin compromiso para comprender qué es lo que te viene mejor.
Estos son algunos motivos para acudir a terapia:
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Cuando se está en una crisis como resultado de cambios abruptos, pérdidas por enfermedad, la muerte de un ser querido, emigración, cambios en la situación laboral, y otros.
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Cuando el malestar actual esté relacionado con experiencias dolorosas vividas recientemente o en el pasado. Por ejemplo, cualquier tipo de presión, acoso, abuso físico, sexual o emocional, violencia, negligencia, maltrato o abandono emocional vividos en la familia de origen o en otras relaciones importantes anteriores (relación de pareja, situaciones traumáticas escolares, laborales), así como situaciones de injusticia o discriminación, por ejemplo, por racismo, sexismo u homofobia.
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Cuando hay un deseo de vivir de una forma más plena y mejorar las relaciones actuales con uno mismo o con la pareja, familia, trabajo, amistades. Cuando ya ha llegado el momento de afrontar conflictos, inseguridades o miedos que restan ilusión y energía, sin necesariamente tener clara la motivación, pero sí una sensación general de ansiedad o de un anhelo por vivir más plenamente o entrenar sueños que se han ido postergando.
Mediante la psicoterapia se puede comprender el impacto de las circunstancias vitales, sentirse acompañado/a emocionalmente, y desarrollar recursos propios para adaptarse mejor a esta nueva etapa. Sirve para autoconocerse, tomar conciencia del impacto en los demás, también para comprender el sufrimiento, trascenderlo, y superarlo. Te invito a leer testimonios de personas que han tomado este camino conmigo aquí.
En las primeras sesiones marcas tus metas y cuando las consigues, valoras si estás satisfecho/a o si deseas abordar nuevos objetivos. El marco de trabajo es la terapia sistémica breve, por lo que el proceso puede durar entre 6 y 12 sesiones.