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CÓMO SOLUCIONAR CONFLICTOS LABORALES

  • mnwodnik
  • 4 may
  • 3 Min. de lectura

¿Alguien se libra de padecer conflictos laborales en algún momento de su vida? Tal vez un jefe o jefa con complejo de semidiós, una compañera que interpreta todo como una batalla, o ese ambiente donde el café sabe a tensión y las miradas se esquivan. A veces una discusión mal gestionada no se queda ahí, y va mutando hasta convertirse en una cadena de malentendidos, competitividades internas, conflictos laborales o directamente mobbing.

Lo que empieza como un simple roce entre egos puede evolucionar en un juego de poder, o en un entorno donde ya no se sabe si ir al trabajo o a una partida de ajedrez psicológico.


profesional explicándose
Gestionar los conflictos laborales

En este artículo exploraremos:

1. QUÉ DESENCADENA LOS CONFLICTOS LABORALES

Los conflictos laborales no siempre se deben a una diferencia de opinión. Muchas veces tienen raíces más profundas: falta de reconocimiento, estrés no gestionado, dinámicas de poder poco saludables, o simplemente una estructura de comunicación ineficaz.

A menudo, lo que parece una "discusión profesional" es solo la punta del iceberg de emociones no expresadas, de egos en lucha por validación, o de jerarquías confusas.

Cuando una persona siente que su voz no se escucha, que su trabajo no se valora o que es constantemente invalidada, surgen respuestas defensivas, sarcasmos y silencios incómodos.

Si estos patrones se cronifican, pueden derivar en fenómenos más dañinos, como el mobbing (acoso psicológico en el trabajo) o el burnout (agotamiento emocional profundo).

2. CÓMO ESCALAN LOS CONFLICTOS LABORALES

El ego, lejos de ser negativo, es parte de nuestra estructura psíquica. El problema aparece cuando se vuelve rígido, competitivo o temeroso, generando fricción constante.

En el ámbito laboral, los egos desregulados se expresan a través de:

  • Competitividad innecesaria

  • Necesidad de tener siempre la razón

  • Incapacidad para reconocer errores

  • Control excesivo

  • Críticas públicas humillantes

  • Invisibilización del trabajo ajeno

Cuando estas actitudes se sostienen en el tiempo, los conflictos laborales dejan de ser puntuales y se convierten en parte de la cultura del equipo. En los casos más graves, se instala el mobbing, donde una persona es sistemáticamente aislada, criticada o anulada.

Desde la Terapia Sistémica, estos conflictos se entienden como expresiones de una dinámica colectiva: no hay un solo culpable, sino un sistema que lo permite. Desde ACT, se invita a actuar desde los valores personales, incluso cuando el entorno no acompaña, para sostener la integridad y el bienestar.

profesional preocupado
Observar sin juzgar para abordar los conflictos laborales

3. ESTRATEGIASPARA RESOLVER CONFLICTOS LABORALES

Aquí algunas estrategias prácticas y amables para abordar los conflictos laborales, basadas en distintos enfoques terapéuticos:

  1. Observar la situación sin dramatizar Identificar hechos concretos sin añadir interpretaciones automáticas. La mente miente.

  2. Practicar la pausa consciente Tomarse unos segundos antes de reaccionar permite salir del piloto automático.

  3. Reconocer emociones sin culpas Validar lo que se siente, sin juzgarse, ayuda a reducir distorsiones cognitivas.

  4. Practicar la comunicación no violenta Expresar lo que ocurre usando: “cuando sucede esto, me siento así, y necesito…”

  5. Explorar el propio rol en el conflicto Preguntarse qué patrón se está repitiendo o sosteniendo sin conciencia.

  6. Pedir retroalimentación respetuosa Invitar a escuchar otros puntos de vista sin asumir intenciones negativas.

  7. Poner límites con firmeza y respeto Recordar que se puede ser claro sin ser agresivo ni sumiso.

  8. Solicitar mediación o intervención profesional Un tercero neutral puede desactivar dinámicas tóxicas enquistadas.

  9. Revisar los valores personales Conectar con lo importante puede aclarar el camino incluso en contextos hostiles.

  10. No normalizar lo que daña El humor puede sanar, pero no debe encubrir el maltrato. Aprender a decir “esto no me hace bien”. La dignidad y el respeto van con un sano autoconcepto.

EJEMPLO PRÁCTICO

Ana trabaja en una oficina donde su jefe suele interrumpirla con comentarios sarcásticos. Al principio se sintió incómoda, luego culpable por no responder, hasta que comenzó a dudar de su capacidad profesional.

Desde la Terapia Cognitivo-Conductual, Ana puede identificar su pensamiento automático: “no soy suficientemente buena”. Desde ACT, se conecta con su valor de respeto y decide hablar con claridad:

“Cuando me interrumpís con ironía, me siento desvalorizada. Me gustaría poder expresarme sin sentirme juzgada.”

REFLEXIÓN

"No podemos evitar las olas, pero sí aprender a surfearlas."— Jon Kabat-Zinn

¿Estás enfrentando conflictos laborales que ya no puedes silenciar sin callarte a ti misma?¿Estás reaccionando desde el ego o desde tus valores?¿Qué pasaría si te dieras el permiso de poner límites con amabilidad?

A veces, el trabajo no es el problema, sino el lugar desde donde aprendimos a sobrevivir en él. Mirar esos patrones con compasión puede ser el primer paso para transformar tu realidad laboral.

Si estás atravesando conflictos laborales que se repiten o te desgastan emocionalmente, es posible iniciar un proceso psicoterapéutico donde puedas comprender la dinámica, cuidar tus límites y actuar desde tu integridad.



 
 
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