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LA RESPONSABILIDAD PERSONAL

  • mnwodnik
  • hace 12 minutos
  • 3 Min. de lectura

EL ARTE DE ELEGIRTE

La responsabilidad personal no es una carga que se arrastra, sino una elección consciente que nos devuelve a casa. Es el puente entre la reactividad y la libertad. Un paso sutil, profundo y transformador, que aparece cuando dejamos de buscar culpables y comenzamos a mirarnos con compasión asumiendo la realidad.

Este camino se refleja con claridad en la trilogía “Detrás del Arcoíris”, compuesta por tres volúmenes: Superación, Joya Interior y Sabiduría, un recorrido terapéutico y espiritual hacia la autenticidad. El poema “Mi Respons-habilidad”, es uno de los textos que iluminan este viaje.


Respons- Habilidad personal
Responsabilidad personal

En este artículo exploraremos:


1. La responsabilidad personal como base del crecimiento psicológico

Desde un enfoque terapéutico integrador, asumir la responsabilidad personal es uno de los actos más profundos de conciencia. No se trata de asumir culpas ni de cargarse con lo ajeno, sino de habitar la propia vida desde el centro, reconociendo lo que se siente, se piensa y se elige.

Desde la Terapia Humanista se entiende como una vía hacia la autorrealización. La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), permite observar las creencias automáticas y transformarlas. La ACT, representa la capacidad de actuar alineado con los valores, aunque la mente diga lo contrario.

En palabras del poema:

“Yo soy responsable porque me da libertad para elegir cómo y desde dónde responder a lo que acontece.”


2. La trilogía “detrás del arcoíris” inspira responsabilidad personal

La trilogía DETRÁS DEL ARCOÍRIS LA SABIDURÍA, está escrita como una novela con reflexiones dirigidas directamente al lector. Cada etapa resuena con una dimensión de la responsabilidad personal:

  • Superación: implica conocer, soltar patrones, máscaras y reacciones automáticas.

  • Joya interior: simboliza el valor que se encuentra al alinear la mirada con la acción con coraje y honestidad.

  • Sabiduría: llega cuando se integra lo vivido, más allá del conocimiento, con una actitud compasiva y transformadora que busca el bien común.

El poema nos acompaña en ese viaje, mostrando con claridad los límites sanos:

“Yo elijo no sentirme responsable de lo que sientes, piensas o haces.”

Este verso no es una afirmación de diferenciación psicológica: saber dónde termino yo y dónde empieza el otro.

 

Responsabilidad personal
Responsabilidad personal

3. Estrategias para cultivar la responsabilidad personal

  1. Reconocer los propios pensamientos, emociones y actos sin juzgarse.

  2. Observar las emociones como señales, no como verdades absolutas.

  3. Cuestionar las creencias aprendidas que sostienen el sacrificio, el victimismo o la autoexigencia.

  4. Distinguir lo que es propio y lo que es del otro, con respeto mutuo.

  5. Aceptar las limitaciones reales, sin convertirlas en excusas ni castigos.

  6. Volver al cuerpo como ancla para tomar decisiones con mayor claridad.

  7. Revisar las expectativas que generan frustración y culpa.

  8. Mejorar tu autoconcepto y tu autoestima.

  9. Tomar decisiones alineadas con los propios valores, incluso si son incómodas.

  10. Practicar el autorrespeto, también cuando otros no lo entienden.

  11. Agradecer cada acto de conciencia, como un paso más hacia una vida auténtica.


4. Ejemplo práctico: elegirte desde la responsabilidad personal

Piensa en una situación cotidiana: alguien cercano te hace una crítica velada, y sientes incomodidad o rabia. La reacción automática podría ser victimizarte, justificarse o contraatacar. Sin embargo, ejercer responsabilidad personal sería detenerse y preguntarse:

“¿Qué parte de mí se siente afectada por esto? ¿Qué necesito realmente?”

Desde esa pausa nace una respuesta más consciente. Tal vez comunicar un límite, tal vez no reaccionar. Lo importante es que eliges desde el centro, no desde la herida.

El poema lo expresa con claridad:

“Yo soy responsable de mi interpretación de lo que de ti percibo.”


5. Vivir con responsabilidad personal: una reflexión poética

“La responsabilidad es amor en movimiento. La responsabilidad es el brindis de un alma con otra.”

Asumir la responsabilidad personal no es dejar de necesitar, ni convertirse en un ser imperturbable. Es un acto de amor adulto. Dejar de esperar que alguien más nos salve. Reconocer que la vida está sucediendo, y que podemos participar de ella con presencia.

Como metáfora, es como volver a ser el jardinero de tu propio jardín. No puedes controlar el clima, ni lo que crece en el del vecino. Pero sí puedes cuidar tu suelo, elegir qué plantar, y decidir cómo relacionarte con lo que brota o no.


Preguntas para ti:

  • ¿Desde qué lugar estás tomando tus decisiones?

  • ¿Qué parte de tu vida reclama una elección más consciente?

  • ¿Cómo sería hoy elegirte con responsabilidad y sin culpa?

Si deseas profundizar en este proceso de transformación interior, puedes solicitar tu consulta.

Acompaño procesos terapéuticos desde un enfoque integrativo y humano, donde la responsabilidad personal es una herramienta más para entrenar la libertad.






 

 
 
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