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El sentido de la vida: Descubriendo tu propósito con gratitud, compasión y resiliencia

Actualizado: 3 nov

¿Como entendemos el sentido de la vida? Esta es una de las preguntas más profundas que podemos plantearnos, y diversas corrientes filosóficas y psicológicas nos ofrecen múltiples respuestas. Para algunos, el sentido se encuentra al alcanzar el éxito; para otros, se crea a través de nuestras acciones, y una tercera perspectiva sugiere que, más que buscarlo, el sentido ya está presente y solo debemos descubrirlo.

En este artículo exploraremos cómo podemos encontrar sentido a la vida, integrando tres enfoques principales: perseguir, crear y descubrir el propósito, con las valiosas enseñanzas de Viktor Frankl, Pema Chödrön e Irene Villa.

Cómo descubrir el sentido de la vida
El sentido de la vida


En este artículo exploraremos:

1. PERSEGUIR EL SENTIDO DE LA VIDA: LA TRAMPA DEL ÉXITO SUPERFICIAL

El primer enfoque común para encontrar sentido en la vida es perseguirlo a través de logros externos. Muchos creen que la vida tiene sentido cuando alcanzan el éxito profesional, el reconocimiento social o la acumulación de bienes materiales. Sin embargo, esta búsqueda puede resultar insatisfactoria, dejando una sensación de vacío. Viktor Frankl, en su obra El hombre en busca de sentido, observó que aquellos que basaban el sentido de sus vidas en logros externos sufrían un colapso emocional cuando esos logros se desvanecían. Este fenómeno se hizo evidente en los campos de concentración, donde muchos prisioneros que habían centrado sus vidas en lo material sucumbieron rápidamente al perderlo todo.

Frankl concluyó que perseguir el sentido de la vida en lo externo es una trampa: cuanto más intentamos aferrarnos al éxito o los logros, más rápidamente se disuelven. Solo quienes encontraron un propósito más profundo, como la conexión humana o la espiritualidad, lograron sobrevivir mental y emocionalmente.

Irene Villa, periodista y escritora que sufrió la pérdida de sus piernas en un atentado terrorista, es otro ejemplo de cómo trascender esta trampa. Villa no se enfocó en perseguir reconocimiento o venganza, sino que eligió un camino de resiliencia. Su enfoque en lo que podía hacer con su nueva realidad, en lugar de lo que había perdido, muestra que cuando dejamos de perseguir el sentido en lo externo y aceptamos nuestras circunstancias, podemos encontrar una vida más plena.

Pema Chödrön, maestra budista, también destaca los peligros de esta búsqueda externa. Desde su perspectiva, perseguir logros o éxitos es una manera de evitar estar presentes en el momento. Para Chödrön, el sentido profundo solo se encuentra cuando dejamos de huir de lo que creemos que nos falta y aprendemos a estar en paz con lo que ya tenemos.

Cómo encontrar el sentido de la vida
El sentido de la vida

2. CREAR EL SENTIDO DE LA VIDA: DAR SIGNIFICADO A TRAVÉS DE LA ACCIÓN

El siguiente enfoque para darle sentido a la vida es crearlo activamente. Aquí, las personas buscan propósito a través de sus acciones: ayudar a los demás, participar en causas nobles o construir relaciones significativas. Este enfoque ofrece una gratificación más profunda que la simple acumulación de logros externos, pero sigue siendo temporal, pues el sentido basado únicamente en acciones puede desvanecerse cuando las circunstancias cambian.

Viktor Frankl resaltó el valor de crear sentido a través de la acción, observando que quienes se comprometían a ayudar a otros, incluso en las condiciones más terribles, lograban encontrar significado en su sufrimiento. Sin embargo, también advertía que la acción por sí sola no es suficiente, ya que, si el sentido depende únicamente de lo que hacemos, puede tambalearse si las circunstancias cambian.

Un ejemplo claro es el de Irene Villa, quien tras su atentado no solo aceptó su nueva realidad, sino que se dedicó a crear sentido al compartir su historia con el mundo. A través de su trabajo, Villa ha transformado su trauma en inspiración para otros. Sin embargo, como ella misma afirma, el verdadero sentido no solo reside en lo que hacemos, sino en cómo lo vivimos.

Por su parte, Pema Chödrön invita a actuar desde la compasión, subrayando que aunque las acciones son valiosas, el sentido profundo surge al aceptar la incertidumbre de la vida y vivir con una mentalidad de apertura.

3. DESCUBRIR EL SENTIDO DE LA VIDA: EL ARTE DE RECONOCER LO QUE SIEMPRE HA ESTADO PRESENTE

Finalmente, el enfoque más profundo es descubrir el sentido que ya existe en nuestras vidas. No se trata de perseguir o crear, sino de reconocer lo que ha estado presente todo el tiempo. Esta perspectiva implica un cambio hacia la gratitud y la aceptación de la vida tal y como es.

Para Viktor Frankl, el sentido más profundo se descubre en los momentos pequeños: en la conexión humana, en el amor y en la capacidad de aceptar el sufrimiento como parte inevitable de la vida. Frankl nos invita a dejar de buscar el sentido fuera de nosotros y a descubrirlo en nuestras relaciones, experiencias y actitudes ante la adversidad.

Pema Chödrön nos enseña, a través de la meditación, que descubrir el sentido es un acto de presencia. La vida ya contiene su propio sentido, pero solemos ignorarlo al estar demasiado ocupados persiguiendo o creando significado. Al cultivar la gratitud y aprender a estar presentes, el sentido se despliega como un regalo.

Irene Villa también descubrió, a través de su dolorosa experiencia, que el sentido no depende de lo que hacemos, sino de cómo vivimos cada día. Su historia nos recuerda que, incluso en los momentos más difíciles, el sentido de la vida puede encontrarse al aceptar lo que sucede y vivir con gratitud.

UNA METÁFORA PARA EL SENTIDO DE LA VIDA

Encontrar el sentido de la vida es como ver el sol tras un día nublado. Las nubes del sufrimiento y la búsqueda externa pueden oscurecerlo, pero el sol siempre ha estado allí, esperando ser visto cuando las nubes se disipan.

ESTRATEGIAS PRÁCTICAS PARA INTEGRAR EL SENTIDODE LA VIDA

  1. Practicar la gratitud diariamente.

  2. Reflexionar sobre tus valores personales.

  3. Aceptar el sufrimiento como parte de la vida.

  4. Dejar de perseguir metas externas.

  5. Desarrollar una práctica diaria de compasión.

  6. Permitir que el sentido emerja de manera natural.

  7. Inspirate en personas valiosas para ti.

  8. Descubrir tu verdadero ser conociéndote más en terapia individual.

REFLEXIÓN

El sentido de la vida no es algo que se persigue ni se crea exclusivamente. Es algo que descubrimos en los pequeños momentos, en la conexión con los demás y en nuestra actitud ante las adversidades. Si te sientes atrapado en la búsqueda de un sentido que parece esquivo, te invito a que agendes una consulta para explorar juntos cómo descubrir el propósito en tu vida.





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