¿Qué es el duelo y cómo afecta a los niños y adolescentes?
Enfrentarse a la muerte de un ser querido es una experiencia profundamente personal y única para cada individuo, independientemente de su edad. El duelo es un proceso natural de adaptación que nos ayuda a recuperar el equilibrio emocional y familiar tras la pérdida. Sin embargo, en el caso de los niños, su comprensión de la muerte y la vida está en constante evolución, influenciada por su edad, por experiencias vividas, su sensibilidad y su contexto cultural.
¿Cómo pueden los niños de diferentes edades afrontar este desafío emocional?
¿Qué papel juega el entorno familiar en este proceso?
Exploraremos estas preguntas, desde mi especialidad como psicóloga especializada en duelo, mientras examinamos cómo el duelo impacta en los más jóvenes y cómo podemos ayudarlos a navegar por este difícil camino.¿Cómo pueden los niños de diferentes edades afrontar este desafío emocional? Es importante comprender las dinámicas familiares para no dificultar el proceso de recuperación. En palabras de Salvador Minuchin, destacado terapeuta familiar, "La familia es un sistema que crea sus propias reglas; y aunque estas reglas pueden ser disfuncionales, todavía son las reglas de la familia y son resistentes al cambio", mucho más en momentos de duelo en niños y adolescentes.
El duelo en niños
Antes de los 4 años: Durante esta etapa, los niños pueden sentir la pérdida como un abandono, manifestando llanto, trastornos de la alimentación y del sueño y conductas regresivas.
De 4 a 6 años: A esta edad, comienzan a entender la muerte de manera limitada, mostrando miedo a separarse de sus seres queridos.
De 6 a 11 años: En esta etapa, los niños comprenden mejor la muerte y pueden expresar rabia, tristeza y confusión. Pueden sentirse culpables y experimentar dificultades en la escuela, en las relaciones con sus amigos.
Para ayudar a los niños hasta que entran en la pubertad, es fundamental acompañarlos en el proceso:
Escuchando lo que quieren compartir.
Dejando espacio para que pueda surgir lo que no saben que necesitan.
Explicando la realidad de la muerte con palabras simples y en momentos adecuados.
Modelando la expresión emocional.
Participando en los rituales funerarios si lo desean.
El duelo en adolescentes
En el caso de los adolescentes, la muerte puede intensificar la presión social y emocional. A veces toman conciencia de su propia mortalidad y les abruman nuevas creencias, sensaciones y emociones. Es crucial brindarles información clara, respetar sus sentimientos y mantener la estabilidad en su vida diaria fomentando las relaciones con sus seres queridos y apoyando, aunque nos rechacen. Es mejor estar y que nos eviten que no estar.
Recordemos que cada niño y adolescente enfrenta el duelo de manera única. Apoyémoslos con comprensión y amor durante este difícil proceso, poniendo a un lado lo que estemos atravesando nosotros para ocuparnos de ellos.
¿Qué papel juega el entorno familiar en este proceso?
El entorno familiar desempeña un papel fundamental en el proceso de duelo de los niños y adolescentes. En la orientación sistémica, comprendemos que la familia es un sistema interconectado donde cada miembro influye y es influenciado por los demás. En el contexto del duelo, el entorno familiar ha de proporcionar un espacio seguro para que los niños y los jóvenes expresen sus emociones, encuentren consuelo, reciban apoyo emocional y se recuperen de la pérdida.
La manera en que los miembros de la familia abordan la pérdida y expresan sus propias creencias y sentimientos modela cómo los niños y adolescentes procesan su duelo. Una familia que fomenta la comunicación abierta, respondiendo a sus preguntas de manera honesta y comprensiva y que practica el apoyo mutuo crea un ambiente propicio para el proceso de un duelo saludable.
La premisa fundamental es compartir: un estado de ánimo, una emoción, una duda, un recuerdo, una risa o una lágrima. Cuidando con respeto y empatía los tiempos y lo vivido por cada uno de ellos según la edad.
Además, el entorno familiar puede ayudar a mantener la estabilidad en sus vidas, proporcionando rutinas, estructura y un sentido de seguridad en un momento de incertidumbre como lo es sin duda el duelo en niños y adolescentes.
Siguiendo la visión de Virginia Satir, conocida por su enfoque en la comunicación y el crecimiento personal en la terapia familiar, podemos apreciar que "La familia es una unidad fundamental de la sociedad, y el apoyo que brinda durante los momentos difíciles puede ser un factor determinante en la capacidad de sanación y adaptación de sus miembros, especialmente en tiempos de pérdida y duelo".
Si has leído hasta aquí, es porque este tema te tiene inquieto, por lo que adjunto la siguiente bibliografía:
"El duelo infantil: guía para padres y profesionales" de María Jesús Álava Reyes.
"Cómo ayudar a los niños a afrontar el duelo: pautas y actividades para apoyar a los más pequeños" de Molly Wigand y James J. Crist.
"El duelo en niños y adolescentes: cómo entender y ayudar" de María del Mar Díaz Gómez y Elvira García Alonso.
"¿Dónde están los muertos? Un niño preguntón ante el duelo" de Magdalena Lasala.
"Los monstruos también tienen miedo: entender y normalizar el duelo infantil" de Patricia Ibáñez García.
"Acompañamiento al duelo infantil: recursos y estrategias para profesionales y familias" de Lluïsa García Suñer.
"El duelo en la infancia" de Lluïsa García Suñer.
"Duelo en la infancia: una aproximación teórica y práctica" de Raúl M. Carvajal García.Si quieres agendar una sesión de terapia presencial u online para dialogar sobre estas sugerencias sobre el duelo en niños y adolescentes, u otro tipo de terapias como la de pareja, individual o familia abre el siguiente enlace pinchando aquí.
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