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Después de la recaída ¿cómo ayudar a una persona con un problema de adicción (un adicto en el lenguaje popular)?

Actualizado: 3 nov


Desde tiempos ancestrales, la humanidad ha enfrentado desafíos que requerían fortaleza, apoyo comunitario y una profunda empatía. Hoy en día, aunque los desafíos han cambiado, la necesidad de apoyo sigue siendo la misma. Ayudar a una persona con un problema de adicción (un adicto en el lenguaje popular) después de una recaída o afrontar la propia recaída o la de es complicado. La batalla contra una adicción es una de esas situaciones que puede parecer abrumadora. Es como si la sombra de esa adicción volviera a nublar el camino que creíamos haber despejado.

En este artículo exploraremos:

¿Cómo ayudar después de una recaída?
¿Cómo ayudar después de una recaída?

1. QUÉ ES UNA RECAÍDA Y CÓMO AFECTA A TODOS LOS INVOLUCRADOS

Una recaída es un retorno a la falta de control después de un período de haber tenido un cierto poder o incluso un periodo de “abstinencia”. Este paso atrás, aunque desalentador, es una parte común del proceso de recuperación. Históricamente, las recaídas han sido vistas como fracasos, pero hoy entendemos que son oportunidades de aprendizaje. Imagínate estar escalando una montaña: una caída no significa que no llegarás a la cima, sino que quizás necesitas reevaluar tu ruta, tu equipo y tus recursos.

La recaída no solo nos afecta a las personas que están intentando cambiar el hábito, sino que también tiene un impacto profundo en nuestro entorno. La familia y los amigos pueden experimentar una gama de pensamientos y emociones complicados, desde la frustración hasta la tristeza y la desesperanza. Sin embargo, es esencial recordar que tu papel como acompañante en la recaída es ser un pilar de apoyo, no el salvador. La recuperación es un proceso personal que, aunque se beneficia del apoyo externo, depende en última instancia del compromiso de la persona con su propia sanación.

2. CÓMO DIFERENTES ENFOQUES TERAPÉUTICOS ABORDAN LA RECAÍDA EN LA ADICCIÓN

Cada enfoque terapéutico ofrece una perspectiva única sobre cómo manejar una recaída:

  • Psicología Humanista

    Este enfoque enfatiza la importancia de la empatía y la aceptación incondicional. El terapeuta, o en este caso, tú si eres un amigo o familiar de una persona con un problema de adicción, creas un espacio seguro donde la persona se sienta valorada y comprendida, sin importar los errores cometidos.

  • Terapia Cognitivo-Conductual (TCC)

    La TCC se centra en identificar y modificar los patrones de pensamiento negativos que pueden haber llevado a la recaída. Ayudar a la persona a reconocer estos patrones y a desarrollar estrategias para enfrentarlos es crucial.

  • Terapia Sistémica

    Este enfoque considera que la recaída no es solo un problema de la persona, sino del sistema en el que está inmersa. Es importante evaluar cómo las dinámicas familiares o de amistad pueden haber influido en la recaída y cómo pueden ajustarse para apoyar mejor la recuperación.

  • Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT)

    ACT promueve la aceptación de la recaída como parte del proceso de recuperación, en lugar de luchar contra ella. Se trata de comprometerse con acciones que reflejen los valores personales de la persona, ayudándola a respetarse y a avanzar a pesar de las dificultades.


Estrategias para acompañar en la recaída
Estrategias para acompañar en la recaída

3. ESTRATEGIAS PRÁCTICAS PARA AYUDAR A ALGUIEN DESPUÉS DE UNA RECAÍDA

Aquí tienes diez estrategias basadas en diferentes enfoques terapéuticos que puedes implementar para apoyar a alguien después de una recaída:

  1. Escuchar activamente, sin interrumpir ni juzgar.

  2. Validar las emociones de la persona, reconociendo su dolor y su esfuerzo.

  3. Ayudar a la persona a identificar los desencadenantes de la recaída.

  4. Revisar el plan de recuperación y ajustar lo que sea necesario.

  5. Animar a la persona a retomar actividades saludables y estructuradas.

  6. Promover la reconexión con grupos de apoyo o terapeutas.

  7. Evitar el uso de lenguaje culpabilizador o estigmatizante.

  8. Recordarles que la recaída es parte del proceso y no un fracaso definitivo.

  9. Fomentar la creación de un entorno más seguro y libre de tentaciones.

  10. Buscar apoyo para ti mismo, reconociendo que también necesitas cuidar de tu bienestar.

EJEMPLO PRÁCTICO

Imagina que un amigo ha recaído después de seis meses de sobriedad. Estás tentado a decirle que debería haberlo hecho mejor, pero en lugar de eso, eliges la empatía. Te sientas con él, lo escuchas, y luego juntos identificáis que por ejemplo su estrés laboral fue un factor desencadenante. Decidís que lo mejor es hablar con su terapeuta para ajustar su plan de recuperación, incluyendo estrategias para manejar el estrés.

SUGERENCIAS

La recuperación es como remar en un río caudaloso. A veces, las corrientes son fuertes y te arrastran hacia atrás, pero con cada remada, te haces más fuerte y capaz de enfrentarlas.


La recaída es simplemente parte del viaje, no un final abrupto.

Ahora, pregúntate o plantea la pregunta a tu ser querido: ¿cómo puedes transformar este momento de retroceso en una oportunidad para fortalecer tu relación y tu compromiso con la recuperación?

En última instancia, recordar que la recaída no es un colapso o un fin. Al contrario, es una oportunidad para aprender y crecer. Esto es clave para apoyar a alguien en este proceso. Mantén la empatía, la paciencia y el compromiso con el bienestar tanto de tu ser querido como el tuyo. No estás solo en este camino; la ayuda está disponible, y cada paso cuenta.

Si tú o alguien que conoces está lidiando con una recaída, no dudes en buscar ayuda profesional. Puedes explorar las opciones de consulta para obtener el apoyo que necesitas en este momento crucial.



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